Scarletta Adeline Madness Shawprince

Slytherin. El lugar perfecto en el que Scarlett podía acabar. Toda su familia, absolutamente toda, ha pertenecido con gran orgullo a Slytherin desde que Hogwarts se fundó y todos han salido como magos astutos que siempre han conseguido lo que han querido. Ella espera lo mismo al estar en dicha casa. Por lo tanto, se puede decir que ella siente su posición como un privilegio que el cual hace saber con un gran orgullo

Cuando ves a Scarlett por primera vez, en su expresión puede parecer una chica seria, tal vez educada, algo simpática... eso cuando la ves, por que en cuanto abre la boca se convierte en puro veneno. Sarcástica, irónica, odia que la molesten por tonterías y jamás hablará contigo a menos que lo vea necesario. Scarlett es una chica extremadamente difícil de tratar si eres de cualquier casa que no sea Slytherin, y un poco más ''manejable'' cuando se trata de ''los de especie''. Sin embargo, no es una persona que abra la boca para insultar por que sí. Su mayor virtud es la indiferencia absoluta que tiene hacia el resto de mortales, sean de la sangre que sean, aunque especialmente con los sangre sucia. Orgullosa como ella sola, cuando tiene algo metido en la cabeza, no se lo conseguirás sacar ni con sacacorchos. Cuando ella piensa que las cosas son negras, son negras. No luches, no la harás cambiar de opinión, por muy equivocada que esté. Y si en algún momento se da cuenta de que está equivocada, no te pedirá perdon. Puede resultar muy enigmática por que nunca, jamás, sabrás lo que está pensando. Tranquila y silenciosa, prefiere observar desde las sombras e informarse bien antes de abrir la boca y meter la pata. Scarlett opina que siempre serás dueño de tus silencios, mientras te toca ser esclavo de tus palabras. Si se lo propone, es capaz de helarte con la mirada. Distante al resto de la gente, no es sociable y no tiene pensado serlo. No le gusta la gente por que odia por encima de todas las cosas los vinculos sentimentales. Por eso, su rostro jamás expresa nada, es simplemente impasible, falto de expresión o sentimientos. Por supuesto, Scarlett también sabe sonreír. Te dedicará gustosamente una sonrisa llena de veneno e ironía justo antes de largarse para que la dejes en paz. Piensa que el amor no existe y está convencida de que jamás nadie la hará cambiar de opinión. No soporta que la toquen físicamente, lo odia con todas sus fuerzas. Tan solo hay una persona con la que Scarlett se muestra verdaderamente amable, y ese es su hermano gemelo.

En resumen, se puede decir que Scarlett es una piedra.. una piedra fría y malgastada por las circunstáncias del tiempo que guarda muchos secretos sobre su persona en su propio interior, secretos que no desea sacar a la luz.

Scarlett es, y de hecho sabe que lo és, una chica atractiva. Ni muy bajita ni muy alta, su piel es pálida. Su cuerpo está muy bien proporcionado, dotado de unas bonitas curvas y unos pechos de medida perfecta para su constitución. Tiene los dedos de las manos finos y largos, algo que los muggles llaman ''dedos de pianista''. Su rostro es redondeado, sin abandonar los rasgos finos que la caracterizan tanto a ella como al resto de personas de su familia. Sus labios son carnosos y de un rosado especialmente bonito. Tiene los ojos grandes, de un color azul-grisáceo, unos ojos que podrían expresar cualquier cosa que ella deseara, en vez de su mirada o bien impasible o bien indescrptiblemente helada. Sus pestañas son oscuras y espesas. Nariz levemente respingona, y pómulos algo marcados. Si hay algo que odia en su rostro, son sus multiples pecas. Su cabello es largo, hasta la mitad de la espalda, con unos bucles ondulados que le caen en una cascada de color castaño oscuro, completamente indomable. Le encanta llevarlo suelto y al natural.

Scarlett pertenece a la familia Madness Shawprince, familia que desde siempre siguió a el-que-no-debe-ser-nombrado, y que, a pesar de la derrota de Lord Voldemort, aún continúan siendo Mortífagos.

Jackssen Anthony Madness Padre de Scarlett. A pesar de que tanto uno como el otro aparentan el papel de padre e hija perfectos, Scarlett y Jackssen jamás se han llevado bien. Se puede decir que Jackssen siente algo de desprecio por su hija, al ser, simplemente, del sexo femenino. Scarlett, por su parte, que se puede decir que desde siempre lo ha sabido, prefiere tener el meno contacto posible con su padre. Se puede decir que, conforme pasan los años, y a pesar de que Scarlett jamás ha fallado a su padre, entre ellos va creciendo una relación de hostilidad.

Marionnel Scarletta Shawprince Madness. Madre de Scarlett. El trato que tiene madre e hija es bastante más calmado que el que Scarlett mantiene con su padre. No hablan mucho, de hecho, Scarlett no confía en contarle sus secretos a su madre. Sin embargo, sabe que cuando necesite algo, no tendrá que hacer otra cosa que llamarla a ella, que daría la vida a iguales partes por sus dos hijos.

Dimmytrian Jackssen Madness Shawprince. Dimmytrian es el único hermano que tiene Scarlett, además, son hermanos gemelos. Se llevan más que bien. De hecho, siempre se han apoyado el uno en el otro sin importarles las consecuéncias que ésto acarreaba. Sin embargo, Scarlett ha tenido que sacar a Dimmytrian de más líos que él de ella, a pesar de que Dimmytrian es cinco minutos y medio más mayor que ella. Sabe que le tendrá siempre ahí, sufriendo a su lado.

No se puede decir que Jackssen y Marionnel se amasen con locura, ni mucho menos. Pero tampoco se puede decir que se disgustaran el uno al otro. A pesar de ser un matrimonio de conveniencia, Jackssen vio en Marionnel lo que sería una buena madre que le daría buenos hijos, y una amante fiel que le seguiría en todos los aspectos de su vida. Marionnel, por su parte, vio en Jackssen unos brazos entre los que protegerse, un lugar seguro en lo que sabía que era su futuro. Tampoco se puede decir que vivieron felices y comieron perdices, pero si se puede decir que en su matrimonio, la paz y la harmonía han estado presentes casi siempre.

Así, con la unión de dos familias muy poderosas del mundo mágico, un larguísimo linage de sangres que solo conocieron la pureza, nacieron, un frío dos de Enero, Scarletta y Dimmytrian, en una de las cunas más poderosas del mundo mágico. Nacieron en la ciudad de Londres, capital de Inglaterra. Para Jackssen, sin embargo, la única alegría que se lelvó en aquél parto fue su hijo mayor por cinco minutos de ventaja, Dimmytrian. Desde el día de su nacimiento, no se molestó en prestarle atención a Scarlett.

Desde niños, los gemelos crecieron más que unidos, pero metidos en una dura educación implantada expresamente por su padre, que al tenerlos ya era mortífago, y el cual se encargaría de que sus hijos, aunque a pesar de que no le gustase la idea de incluir a Scarlett en los planes de su vida, tenía el destino de ambos decidido como seguidores del señor ocuro. Para Scarlett, sin embargo, el desprecio de su padre en su niñez fue un trauma que después la perseguiría durante el resto de su vida. Así como al principio nació una niña que irradiaba luz allí a donde fura que iba, el desprecio de su padre no hizo otra cosa que enseñarla a ser una niña desconfiada que no se abriría jamás ante otras personas por miedo al rechazo. Dimmytrian, por su parte, creció siendo un niño feliz, aunque también alimentado por las ideas elitistas de su padre.

Cuando cumplieron Once años, el mismo Jackssen fue el encargado de darles a ambos las cartas en las que se les concedía un lugar en Hogwarts. Scarlett estaba emocionada. Había oído hablar de Slytherin y pensaba estar allí... justo donde le envió el sombrero selccionador sin pensárselo dos veces en cuanto acudió a éste.

Su vida en Hogwarts no ha sido gran cosa, al ser tan reservada, a parte de con varios alumnos de Slytherin, solo habla con su hermano, el cual se encarga de tenerla al corriente de todo lo que pasa. Scarlett siempre dice que no le importa, y por una parte es así. Ella solo tiene una misión... demostrarle a su padre que se equivoca con ella.