Conociendo y observando {*Dominique W.*}

por **Selena Brandon** Lun Ago 23, 2010 2:38 pm

Segundo día en Hogwarts. Fue lo primero que se me pasó por la mente cuando mi subconsciente se fue dando cuenta de que estaba despierta, antes incluso de abrir los ojos. Cuando lo hice, una suave luz que se transparentaba a la otra parte de los doseles de mi cama me cegó un poco, y di gracias de haberlos echado.

Por suerte, seguramente, ese año el segundo día de Hogwarts era domingo, por lo que no habían clases y no había sentido la necesidad de despertarme pronto. Abrí un poco uno de los lados de los doseles, en el cual estaba mi mesilla de noche, y miré la hora que era en el despertador, entrecerrando un poco los ojos a causa de la luz. Vi que eran las 9:30 de la mañana, relativamente pronto teniendo en cuenta la hora en que me solía despertar en casa cuando me acostaba tan tarde como la noche anterior. Volví a recostarme en la cama, hacia arriba, y sin cerrar otra vez el dosel, más que nada, para ir acostumbrandome a la luz, ya que no creía que volviera a dormirme.

El banquete de bienvenida no se había alargado demasiado, aunque suponía que sí que sería diferente a una cena normal, quizás porque estaban todos los alumnos allí, y un día normal había un lapso de tiempo para ir a cenar, aunque no era preciso que todos estuvieramos allí a la misma hora. Aunque fuimos relativamente pronto a la Sala Común, no me acosté hasta unas horas después. Primero hablando en la Sala Común y, cuando está se había quedado vacía, pensativa en uno de los sillones cercanos a la chimenea, aunque esta estaba apagada y solo una tenue luz iluminaba la sala.

La selección había sido más o menos como me lo había imaginado. Se había empezado con los niños de primero, y después habíamos pasado Charlie, Kyle y yo, en ese orden. En el caso de Charlie había sido muy rápido, no parecía que el sombrero le hubiera comentado nada, como a mí. Apenas había pasado por encima de su cabeza y le había mandado a Slytherin sin dudar. A Kyle, en cambio, le mando a Ravenclaw, no me resultó del todo extraño y mucho menos me importó. Siempre había describido a Kyle como alguien sumamente inteligente. El sombrero en él si que había estado unos segundos entretenido, pero todavía no había tenido la oportunidad de hablar con él. Cuando me tocó el turno me senté decidida y con la cabeza alta en el taburete de tres patas. El sombrero reposo sobre mi cabeza y empezó con sus conclusiones, desde el principio había tenido claro que encajaría muy bien en Slytherin, pero Ravenclaw estaba también entre mis opciones. Me dijo también que estaba claro que no tenía miedo de luchar por lo que quería, y eso podría haberme puesto también en Gryffindor, solo por una pequeña parte. La parte "Slytherin" era mucho más mayor que las otras. Sus últimas palabras se quedaron en mi mente aquella noche: "Harás cosas grandes, conseguirás mucho de lo que te propongas". Eso yo ya lo sabía, o eso creía, pero que me lo dijera alguien ajeno totalmente a mi, más aun, que me lo dijera un sombrero viejo que hablaba. Durante nuestra selección desde que habían dicho el nombre completo de Charlie, los murmullos habían crecido a nuestro alrededor. Más aun cuando Kyle quedó en Ravenclaw. Parecía que la gente se esperaba que estuvieramos en Slytherin, pero no puedieran imaginar a alguien con sangre Ryddle en otra de las tres casas. El murmullo solo finalizó cuando el director se levantó, con los brazos al cielo y se dirigió a todos los presentes.

Finalmente me levanté de la cama. Escogí la ropa que me iba a poner, lo primero que pillé del baúl, total... no tenía nada importante que hacer. Fueron unos vaqueros piratas, y una camiseta blanca con un dibujo, nada definido, solo líneas y demás, en negro. Cogí también la ropa interior y entré al baño de la habitación. Me di una ducha fría, como me gustaba para despejarme, y rápida. Me eché mi crema hidratante antes de salir y secarme, como tenía que hacerlo con esa. Me gustaba cuidarme. Al salir no me detuve demasiado, me vestí rapido y peiné mi cabello, aunque no me lo sequé, se quedaba bastante bien si me lo dejaba secar al aire, y tampoco es que me apeteciera mucho entretenerme más.

Salí de la Sala Común sin un rumbo fijo, solo quería caminar y empezar a conocer el castillo. Quizás acabaría perdiéndome, tampoco me importaba. En aquel momento me encontraba en la tercera planta, caminando por los pasillos. Me fijaba en todos los pasillos, y en algunos me quedaba un rato, hasta que sus integrantes me explicaban de cuando era su cuadro o me pedían que me marchara, intimadados por mi mirada. Con cierta curiosidad traspasé una puerta que estaba entreabierta y me di cuenta que aquello debía ser la Sala de Trofeos, pues había muchas vitrinas y demás, con medallas, pergaminos y copas. Me puse a observarlo todo, hasta que...

por **Dominique Weasley** Mar Ago 24, 2010 12:37 am

Habían sido unos días completamente agotadores, la vuelta a Hogwarts siempre traía alguna que otra historia digna de recordar, y más teniendo a todos tus primos en la misma escuela. El traslado hasta la estación fue una locura y el trayecto hasta Hogwarts en el tren, otra, gracias a que me lo pasaba tremendamente bien con ellos, sino ya podía estar rezándole a Merlín para que me dejaran tranquila. Entre risas y risas acabamos llegando con total normalidad, una vez allí empezamos a contar anécdotas de los años, y también recordando que era mi último año entre esas paredes, hecho que me entristecía demasiado. No había sitio en el mundo que me gustase más que Hogwarts, allí había pasado la mayor parte de mí vida, y la mayoría de mis recuerdos felices se encontraban entre esas paredes. Tenía claro que echaría de menos todo. Era lo que me esperaba y ya era hora de que fuera asimilándolo.

Por otro lado, el resto de mí primer día en mi último año [suena hasta curioso] fue de lo más normal, sin nada especial, todo siguió su curso como cada año; las selecciones, etc. Sin embargo el cansancio acabó por apoderarse de mí, y eso que no había hecho grandes cosas, simplemente viajar de un lado para el otro rodeada de Weasley’s, lo mejor que podía haber hecho. Contando con mis compañeras de casa y el resto de mis primos, me despedí y me dirigí a la cama para poder descansar como era debido hasta que llegase la mañana a despertarme una vez más en aquel castillo. Una vez en ella cerré los ojos y a los pocos minutos ya estaba sumida en un profundo sueño.

A la mañana siguiente me desperté con el canto de unos pequeños pájaros que asomaban por la ventana, estaba tan relajada y feliz que no me importó, comprobé la hora y decidí que era mejor levantarse y empezar un nuevo día. Me incorporé de la cama y miré todo a mí alrededor, quedándome con cada detalle de la habitación; el dosel de las camas, esos colores tan característicos de Gryffindor, el sol adentrándose en ella dando una luz especial y encantadora… Todo era perfecto. Una vez más me entró la melancolía recordando que era el último año que viviría todo eso, pero por otro lado también pensé que era mejor vivirlo al límite, sin tapujos, de forma que no se me olvidaría en la vida, ese año sería el mejor de todos, tenía un presentimiento. Entre tanto pensamiento se me fue el santo al cielo, hasta que me levanté por completo, me vestí y salí de la habitación sin saber a dónde iría, quizás a recordar alguna que otra cosa por los pasillos, las salas… A dónde me llevasen los pies.

Cada pasillo era un mundo distinto, cada cuadro me comentaba algo diferente e interesante, no había ninguno que no me gustase, incluso los cascarrabias que se cabreaban por las noches cuando te ponías a hablar delante de ellos, hasta esos me gustaban, me parecían graciosos. Iba caminando por los pasillos sin rumbo fijo, mirando, observando, recordando, y de todo, tan sólo quería estar sola y relajarme, pasear por allí era lo mejor que se podía hacer. Caminando y caminando llegué hasta la tercera planta, allí decidí ir a visitar la Sala de Trofeos, una de mis salas preferidas en Hogwarts, leer todos los ganadores, los años, ver a las personas de otras épocas me encantaba, todo lo que se refiera con tiempos pasados me fascinaba, por ello me apetecía ir hacia allí. Con paso más ligero llegué hasta ella, entré pensando que estaría sola, pero me equivocaba, sinceramente he de reconocer que me chocó mucho encontrarme con alguien por allí a esas horas, no es que fuese demasiado temprano, pero es que tampoco se solía visitar esa sala sobre la mañana, igualmente intentó que no se notase mucho y se adentró en la sala sin problema. En ella se encontraba una joven a la que no conocía, quizás la viese en la Selección pero poco más, no era muy alta, pero tampoco bajita, digamos estatura media, de piel blanquecina, ojos marrones, nariz respingona y labios carnosos, tenía el pelo de un color bastante oscuro, por no decir negro, piernas finas y pies no muy grandes, casi tirando a pequeños, de resto era como las demás, le echaría unos 16 años, su mirada era bastante fría para la apariencia que tenía por lo que podría jurar que era de Slytherin, pero eso ya era demasiado decir, era mejor conocerla. Ya habiéndole hecho un escáner completo, me acerqué aún más para poder saludarla, no iba a ser maleducada.

- Buenos días, siento si he parecido demasiado sorprendida, es que no estoy acostumbrada a encontrar gente por aquí. En la sala me refiero –Le comenté siendo lo más amable que podía ser en esas circunstancias.

por **Selena Brandon** Mar Ago 24, 2010 1:00 am

Había tanto que ver, tantos nombres que leer... Y quería hacerlo, pues sabía que en algún lugar debía estar el nombre de mi abuela, quería comprobarlo. Por lo que me había dicho, ella había ganado algún lugar en aquella sala. Como también estaría el de otros familiares más, entre ellos mi padre, pero había oído tantas veces sus historias que era como si yo misma hubiera ganado esos trofeos, y los que había ganado de verdad no solía tener demasiado interés en verlos. Aún así, esos trofeos, los de otros familiares, me encantaría verlos, y leer sus nombres, quizás, en algún pergamino de premios anuales o prefectos. Pero es que mi abuela era tan especial para mi...

Y no era para menos. Había crecido cerca de ella. Aunque visitaramos a la familia de mi padre tan a menudo como se podía, no era igual... Ella estaba tan solo a unos pocos minutos de distancia, siempre. Era una de las pocas personas que siempre me habían hablado de mi abuelo sin tapujos ni vergüenza. Sabía que él, al final de su... existencia, como solía llamarlo, no había sido el mismo hombre que ella conoció, pero seguía enamorada de él, muy a su pesar. Yo era una de las pocas personas que lo sabían. No es que se avergonzara de lo que sentía por Tom Sorvolo Ryddle, sino que en el fondo, le hubiera gustado volver a enamorarse y poder estar con alguien, pero no había sido así.

De repente oí unos pasos que entraban en la sala, y eché una ojeada. Aunque no sabía lo transitada que podía ser aquel sitio un domingo, o cualquier día, en Hogwarts, me sorprendió, y fue esa la única razón por la que miré de reojo a la chica que había entrado. Ella parecía tan sorprendida como yo de ver a alguien allí, por lo que supuse que no tenía porque ser muy visitada, al menos no un domingo por la mañana. Yo no llevaba mi túnica, al ser domingo no lo vi necesario, y vestía ropa totalmente normal. Al poco tiempo oí que se acercaba y luego su voz. Dirigí mi mirada serena y algo fría hacia ella. No es que tuviera nada en su contra, al menos no de momento, pero yo era así.
-Supongo que no será demasiado normal ver a alguien por aquí -comenté.

Al oír sus palabras había llegado a esa conclusión.
-¿Y tú eres...? -pregunté, no tenía que ser malo conocer a la gente antes de llegar a una conclusión, ¿no?

por **Dominique Weasley** Mar Ago 24, 2010 1:21 am

De momento aquella mañana prometía, simplemente por el hecho de que ya empezaba bastante rarita, aunque conocer gente nueva no era raro, pero para mí ya todo empezaba a extrañarme un poco. ¿Qué le iba a hacer? Yo era así de especial. Antes de verla, a aquella joven, chica, o como lo quisiera llamar, tenía el orgullo de poder ver a varios familiares entre los trofeos, en observar con cada detalle las vitrinas y comprobar que grandezas se encontraban tras todos esos recuerdos, pero claro, yo ya no tenía tan claro poder hacer eso con alguien al lado del cuál desconocía cualquier información, tampoco es que me fuese la vida en ello, pero no tenía planeada esa clase de mañana, ese día Merlín quería que hiciese cosas diferentes.

Pude percibir que ella estaba casi igual de sorprendida que yo al verme allí, esperaba que al saber que era Weasley no se pusiese a la defensiva, algunas personas hacían eso, o de lo contrario empezaban a hablar y hablar sin parar de cosas sin sentido, yo prefería las personas más normalitas, que ni una cosa ni la otra, de estas que te dan buena impresión y que serán tus amigos, así, tan tranquilos, yo no necesitaba nada más, las relaciones más allá de la amistad no me habían ido demasiado bien, todos acababan siempre siendo unos imbéciles, prefería pensar en otras cosas y olvidarme de los chicos, por muy difícil que fuera, tenía que reconocer que me gustaban demasiado, aunque lo intentase ocultar. Por el momento ella no me había dado ninguna impresión, no podía decir nada de ella, quizás que tenía una mirada un tanto escalofriante pero poco más, era mejor que siguiese por el camino de al menos saber su nombre.

A los pocos minutos de entrar en la Sala escuché su comentario y se me dibujó una leve sonrisa en mi rostro, la verdad es que había dado en el clavo. Seguro que se había dado cuenta de mí impresión al entrar en el lugar, no me había cortado ni un pelo en mostrarlo, un error por mi parte quizás. Finalmente me preguntó de una forma interesante quién era, asentí con la cabeza en sintonía de que era normal que lo preguntase, no me conocía de nada, allá iba…

- Yo soy Dominique Weasley –Me presenté sin darle la mano, ni dos besos, creí que no era el momento de esperar un detalle así- ¿Y tú? Tengo el presentimiento de que no te he visto nunca por aquí –Le dije después de hacerle prácticamente la misma pregunta.

por **Selena Brandon** Mar Ago 24, 2010 10:33 am

Vi que sonreía ante mi primer comentario por lo que supuse que había dado en el clavo. Veía esa sala como un lugar en el que entras una vez en los siete años que dura normalmente la estancia en Hogwarts, quizás alguna más, pero poco. Total, de un año a otro no cambiaba demasiado, y lo que cambiaba eran cosas que tu habías vivido y sabías quien se había llevado algún trofeo o quienes eran los prefectos ese año.

Me contestó a mi pregunta con un asentimiento de cabeza anterior a las palabras. Al parecer no le había molestado ni un ápice mi manera de preguntárselo. Se veía más normal decir tu nombre y luego preguntar a la otra persona, y a veces lo hacía, pero aquella mañana me había salido así. No me preocupaba demasiado.

Al oír su apellido lo reconocí, era dificil no hacerlo, era una familia tan numerosa... Parecía que serían conocidos por aquí y muchas veces tendría que aguantar cosas que, por ejemplo yo, no aguantaría, sin más me largaría. Pero también lo reconocí por lo que quería decir aquello, su padre, o su tio, o quien fuese, era el mejor amigo de Harry Potter... había oído tantas veces esas historias... Y su tío, el susodicho Harry Potter, "El-niño-que-vivió", era el asesino de mi abuelo. Porque sí, todo el mundo veía a Tom Ryddle y el resto de los mortífagos unos asesinos, cosa que no negaba ya que cargaban con varias muertes a sus espaldas. ¿Pero acaso ellos eran diferentes? Para mi no. Harry Potter me había quitado la oportunidad de tan siquiera conocer a mis abuelos. Si esta guerra se erguía sobre venganzas, nunca terminaría.

Todo esto lo pensé en apenas unos segundos. Luego sin sonreír siquiera le contesté:
-Selena Eileen Brandon Ryddle -antes siquiera de que pudiera hablar yo volví a hacerlo, pero esta vez sin mirarle-. Sí, lo sé, no es muy normal decir el nombre entero como si nada, pero me crié en España y digamos que allí es algo diferente -comenté como si nada.

por **Dominique Weasley** Jue Ago 26, 2010 7:26 am

Claramente no se sorprendió al escuchar mi nombre, era uno de los más comunes, mi familia era muy, demasiado, numerosa, pero eso me gustaba, era divertido, no podría haber vivido sola ni siquiera con un par de primos ahí aburridos, yo era un caso más especial. Incluso me hubiera tenido un par de hermanos más, con Louis me quedé corta, y Victoire… es que ella es especial, es como una segunda madre, muy buena, cariñosísima, y todo lo que tu quisieras, pero no era esa hermana con la que te gustaría compartirlo todo, eso lo echaba bastante en falta. Pero bueno, eso era lo que me había tocado.

Sin tardar casi unos segundos, y con la misma expresión de antes, la chica me respondió ante mi pregunta. Al escuchar su nombre, me quedé algo de piedra quizás, o no sabría exactamente como describirlo, me imaginaba el típico nombre normalito de cualquier persona, pero no, aparte de que su nombre era bastante curioso y bonito, sus apellidos no se quedaban cortos, ni mucho menos; Para empezar, la forma de decirlo, todo bien completo, me pareció especial, nunca lo había oído así directamente como algo normal, a no ser que fuese por algo sumamente importante, Selena, como se llamaba, me explicó el por qué lo hacía así, y lo comprendí a la perfección, aunque yo prefería seguir con mi apellido Weasley, ya se notaba que era Delacour cuando me cabreaba y despotricaba en francés, y simplemente por mi apariencia. Por otro lado, estaba ese apellido que no a todos les gustaría oír, aunque sinceramente me sorprendió, y si pudiese haber reaccionado mejor, incluso sonreiría, era algo que no me esperaba para nada, y menos que sonase tan simple, como algo de lo más usual, Ryddle, así sin más, Selena Eileen Brandon Ryddle, hasta desconocía que existiesen descendientes. Entonces, ya sí que tenía completamente claro que era de Slytherin, no cabía duda.

Aparte de todos mis pensamientos relacionados con su apellido, incluso con ella misma, pensaba en que ya si que no cabría la esperanza ni de siquiera intentar entablar una conversación normal, o de que me tomase como una alumna más sin sentirse cabreada o furiosa por pertenecer al lado que acabó con uno de sus familiares más directos, vamos, por ser una Weasley, ni más ni menos que por eso. También era verdad que desconocía su personalidad, su forma de actuar, y sus pensamientos, su reacción ante los de mi “especie” por decirlo de alguna manera, y eso podía dar esa pequeña oportunidad de comprobar cómo era, pero es que tampoco tenía yo muchas ganas de intentarlo, no quería que me acabara odiando, prefería mantenerme al margen de lo que supuestamente significaba todo aquello, y hacer como si nada.

- Bonito nombre –Dije casi sin pestañear- Pero he de decirte que me gusta más el nombre de Eileen, es como más especial –Comenté por comentar algo, aunque de verdad que me gustaba más su segundo nombre- Y… es normal que te presentes así, si te has criado allí lo entiendo, tampoco tenías por qué darme explicaciones –Seguí intentando hablar sin llegar demasiado lejos, pero sentía curiosidad, ya que estaba, no me iba a quedar de brazos cruzados- Por curiosidad, y si no te es molestia ¿Podrías responderme a una simple pregunta? –Le pregunté con educación intentando no molestarla.

por **Selena Brandon** Jue Ago 26, 2010 10:52 am

Vi la cara de la chica al escuchar mi nombre completo, pero se comportó bastante bien, ni exageradamente bien, ni mal, cosa que agradecí. Estar 16 años con alabanzas o desprecios solo por tu apellido, al final, cansaba un poco. Aunque también sabía que en caso de desaparecer del todo esas reacciones, las echaría en falta. Pero como no era así, en ese momento agradecí para mi interior, puesto que no lo iba a decir en voz alta, la normalidad aparente con la que lo estaba llevando la rubia.

Asentí seca y levemente con la cabeza cuando me dijo que mi nombre bonito, y sonreí de lado por su segundo comentario.
-Es menos común -comenté encogiéndome de hombros-. Puedes llamarme como quieras. ¿Eileen? Pues Eileen, sigue siendo mi nombre -dije, con total indiferencia.

No era una manera de parecer simpática, ni mucho menos, simplemente era así. Cuando escuché lo que dijo por las explicaciones me quedé pensativa. ¿Lo había parecido, había parecido una explicación? No había sido mi intención, simplemente estaba un poco arta de que la gente se quedara raro mirándome por decirlo entero, prefería evitar esa reacción.

Al escuchar lo último que dijo levanté una ceja, cruzandome de brazos casi sin darme cuenta.
-Bueno... hazme esa simple preguntara y ya veré si te contesto -dije, pensativa.

Tampoco me lo podía negar: cuando alguien me hacía esa pregunto, si podía hacerme otra, la curiosidad se adueñaba casi por completo de mí.

por Contenido patrocinado

Conociendo y observando {Dominique W.}

Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}

Re: Conociendo y observando {Dominique W.}